Por una Europa feminista

Como eurodiputado y como ecofeminista, he trabajado desde el Parlamento Europeo contra la violencia machista y por una Europa feminista. Siendo miembro de la comisión parlamentaria sobre género, he pedido que la lucha contra la violencia de género se convierta en una prioridad política para Europa, que se apruebe una Directiva europea contra la violencia de género, que se tomen medidas para que ninguna mujer en la UE se sienta insegura por serlo y que se garanticen sus derechos sexuales y reproductivos. Además, he denunciado la brecha salarial de género y el machismo tanto en la justicia española reflejado con el caso de la “manada, como en la publicidad de los medios de comunicación o en los discursos misóginos de otros eurodiputados.

Como hombre, he admitido en el pleno de la Eurocámara nuestra responsabilidad como hombres a la hora de erradicar la violencia machista, he denunciado los casos de acoso sexual en el seno de las instituciones europeas y yo mismo he participado en una formación para eurodiputados para la prevención del acoso sexual en el lugar de trabajo.

Como referente de los verdes europeos en temas de energía, he trabajado para que se incluya la perspectiva de género en la transición a energías limpias y he firmado el manifiesto “En energía, no sin mujeres”, con el que me he comprometido a no participar en ningún evento sobre energía en el que se excluya a mujeres expertas. He conseguido que el Parlamento Europeo aprobara una opinión impulsada por mí sobre “Mujeres, Igualdad de Género y Justicia Climática”, he impulsado debates en el Parlamento Europeo sobre las migraciones climáticas desde una perspectiva de género y, junto a mi compañera Linnéa Engström, he llevado a las negociaciones climáticas de la ONU un manual comunicativo sobre la dimensión de género del cambio climático.

Consciente de esta necesidad de transversalizar la cuestión de género en todas las políticas, he abordado la necesidad de incluir la perspectiva de género y el impacto en la desigualdad entre hombres y mujeres, además de en la transición energética y en la lucha contra el cambio climático, también en los tratados comerciales, en las políticas europeas sobre ciencia, en las políticas agrícolas o en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.

Ante la amenaza de regresión en los derechos de las mujeres por el auge de fuerzas políticas reaccionarias, estoy decidido a seguir llevando a cabo un trabajo ecofeminista en el Parlamento Europeo.