«La conocida como Ley de Islas Verdes debería llamarse de Islas Marrones»

Entrevista a Florent Marcellesi publicada en laopinion.es y realizada por Daniel Millet

Florent Marcellesi, ecologista francés afincado en España, es diputado de Equo en el Parlamento europeo. Recientemente visitó Tenerife para palpar el difícil equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad de las Islas. Y lo que vio no le gustó mucho.

petroleocanariasPNGEl cambio climático. ¿Es Canarias un lugar muy vulnerable?

La idea es que no se emita ningún gas de efecto invernadero en 2050. Esto supone un gran cambio en el modelo productivo y de consumo, que va a tener un mayor impacto en lugares con las particularidades de Canarias. Las Islas tienen un modelo extraordinariamente dependiente del petróleo, basado en energías sucias. El reto de ser cien por cien renovable será mucho más complicado en su caso. En Canarias se da otra complejidad: este cambio de modelo se tiene que acompañar y de otro cambio tendente a una economía más diversa, que no dependa del turismo de masas, que a su vez depende de un sistema muy contaminante.

La generación de energías limpias está estancada en Canarias, mientras se apuesta por el gas como fuente de transición.

Los Verdes europeos hemos sido bastante claros sobre el gas. Tiene algunos niveles menores de contaminación pero siempre que lo comparamos con energías que son muy contaminantes. Pero si comparamos el gas con las energías limpias, el nivel de contaminación del gas es muy alto. Por tanto, no es una energía de futuro. Además, tiene la misma limitación que el resto de energías fósiles: fecha de caducidad. La fase del gas es absolutamente prescindible y hay que ir directamente a las energías renovables. Con estas políticas no se alcanzarían los objetivos de Europa, que marcan que en 2013 la contribución de las energías limpias debe ser del 40% para en 2050 ser del cien por cien.

¿Esos objetivos son alcanzables y razonables?

Canarias puede cumplir perfectamente estos objetivos si se lo plantea y adopta medidas que de verdad fomenten las energías limpias. Tiene mucho sol, viento, las mareas… Debe aspirar a convertirse en el primer archipiélago del mundo que se abastezca al cien por cien con energías renovables.

¿Por qué cree que las renovables no avanzan en Canarias?

El problema son las inercias del pasado. Hay muchas instituciones que están marcadas o dirigidas por intereses relacionados con las energías contaminantes. Esto produce que haya poca valentía por parte de estas instituciones para apostar por nuevos modelos. Las canarias siguen planteando modelos del pasado. Si se apuesta, como de hecho se está apostando, por más hoteles, más construcción y más pelotazos, al final se está apostando por el turismo de masas, es decir, por un modelo altamente contaminante, contrario a los propios objetivos de la UE. Las Islas tienen unas instituciones basadas en el siglo pasado.

Pero Europa también envía mensajes ambiguos.

Está claro que la Unión Europea no es un bloque. Es una institución muy compleja con varias almas. Incluso con esas contradicciones, que las hay, la mayor apuesta es por las renovables.

El modelo de El Hierro sí es verdad que acerca a Canarias a esos objetivos.

El Hierro es un modelo muy interesante sobre todo a nivel de imaginario colectivo. Ya solo el hecho de que demuestre que otro modelo es posible es muy importante. El sistema tampoco es perfecto, porque se basa en conseguir un cien por cien de renovables en el modelo eléctrico pero falta la parte basada en el transporte.

Se da la circunstancia de que las Islas están batiendo récords de turistas pero las propias administraciones piden al sector que esas cifras reviertan de una manera más ostensible en la economía y, sobre todo, el empleo.

Hay que mirar también si la oferta está por encima de la demanda y qué tipo de turismo se oculta tras esas cifras. Si solo se apuesta por la cantidad, los empleos que hay detrás serán de baja calidad y cada vez más precarios. Estamos hablando de más de 13 millones de turistas en 2016, siete veces más que la población de las Islas. Hay más turistas pero no hay más riqueza. Habría que repensar ese modelo y tender hacia un sector con menos oferta pero más calidad, lo que supondría mejores empleos. Y, por otro lado, potenciar otros sectores económicos como la agricultura ecológica, por ejemplo. Todo que vaya encaminado a tender los puentes hacia un futuro más sostenible.

¿Qué opina del llamado proyecto de las Islas Verdes?

Más que Ley de Islas Verdes, yo hablaría de Ley de Islas Marrones. Sigue el viejo modelo de cemento y ladrillo. Y lo que necesitan las Islas es un verdadero modelo verde.

Pero, ¿no cree que es legítimo que las llamadas Islas menores también cuenten con unas buenas instalaciones turísticas?

Pero se tiene que hacer respetando la riqueza natural de una comunidad con la mitad de su territorio protegido. Es una maravilla conocer los paisajes y la riqueza natural de Canarias, de cada una de las islas, además. Hay que repensar toda la economía en torno a la protección máxima de este patrimonio que es y será la ecología.

Muchos colectivos ecologistas de Canarias han ido a Europa para intentar frenar proyectos con los que estaban en contra, como el Puerto de Granadilla. Pero no han conseguido mucho.

Cuando esos colectivos no consiguieron nada de las administraciones locales lo único que les quedaba era Europa. España es el país que genera más quejas de las que reciben las instituciones europeas. Eso significa que, por un lado, tenemos un problema para ser escuchados y atendidos por las autoridades políticas y judiciales locales, y, por otro, mucha gente en España considera a Europa el último recurso. Cada semana atendemos a muchos colectivos españoles en el Comité de Sugerencias. Pero no todo es posible. En Europa hay juegos de poder e intereses pero por lo menos atendemos a muchos colectivos que en sus lugares no son escuchados. Es el caso del hotel proyectado en La Tejita, aquí en Tenerife.

Pero la queja ha sido rechazada por el Comité de Sugerencias.

Por el momento la petición sigue abierta. Y desde Los Verdes europeos haremos lo máximo para que se mantenga abierta con el fin de que se estudie a fondo la cuestión. La respuesta de la Comisión Europea no está a la altura del grave problema que hemos constatado durante mi última visita.

Según el Comité de Sugerencias, el proyecto de hotel es legal y no hay lugar para la revisión.

El proceso ha sido totalmente opaco y se ha hecho de espaldas a la ciudadanía. Seguimos pensando que en un proyecto de muy dudosa legalidad, que no ha contado con la suficiente participación ciudadana, en contra de las reglas europeas. Además, es un proyecto a nivel económico y ecológico que no tiene ningún sentido en cualquier sociedad que apueste por la sostenibilidad, la justicia, la ecología y la democracia como pilares de su futuro.

¿Dudosa legalidad por qué?

Primero está la distancia del hotel con respecto a la servidumbre pública de la playa. Creemos que su ubicación hay que estudiarla más. Y, segundo, la falta de un estudio completo del impacto ambiental.

La costa de Granadilla concentra muchas denuncias verdes.

Ahí están los cambios en el Catálogo de Especies Protegidas, realizados por el Gobierno de Canarias, para permitir la construcción del Puerto de Granadilla. Fue bastante duro ver que ese cambio lo propició una administración pública, sabedora de que se estaban pasando por alto las propias reglas que esas mismas administraciones han fijado. En Canarias hay un grave problema de desconfianza hacia la política. Ahí sería importante cambiar la ley electoral para que entrara más aire fresco.

¿Qué opinan del proyecto de la Ley del Suelo? Ha generado polémica en Canarias.

Ya hay decenas de plataformas que han iniciado la lucha contra la Ley del Suelo. Tiene muy baja calidad ambiental, urbana y participativa. Lo que hace, básicamente, es volver a poner en el centro un modelo que nosotros creíamos superado, el del ladrillo y el cemento.

Equo ha alertado de las consecuencias de algunos acuerdos comerciales internacionales. ¿Cuál es el que más les preocupa?

El que va a tener más impacto inmediato es el CETA, el acuerdo de comercio e inversiones entre Canadá y la Unión Europea, que se va a votar en el Parlamento europeo el próximo día 15. Para muchos colectivos y partidos, como el nuestro, es muy perjudicial para los derechos de las personas, la democracia y el clima. Hacemos un llamamiento a la ciudadanía para se sume a la campaña de presión. Les recuerdo a los diputados canarios que sí están a favor del empleo digno y decente, y de los servicios públicos, deberán votar en contra del CETA.

¿Qué le parece el fenómeno Trump?

Es el resultado de la desilusión de un país hacia la globalización y las élites políticas, a pesar de que Trump es élite por sí mismo. Está en la cúspide de la élite económica. Trump es un fenómeno parecido a otros que se están produciendo en Europa y que fomentan el odio. Ahí está el Brexit en Gran Bretaña, otra representación de ese odio. Pero también hay buenas noticias. En Austria, los verdes ganaron a la extrema derecha xenófoba.


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