Primeras enseñanzas de las elecciones europeas – #25M

European-Revolution

Ya está, ¡lo hemos conseguido! EQUO y Primavera Europea nos estrenamos con un eurodiputado. Tras tanto tiempo en la calle, también tendremos un pie en las instituciones. Según el acuerdo electoral con Compromís, compartiremos el escaño en Bruselas entre Jordi Sebastiá (primera parte de la legislatura) y yo (segunda parte). Por mi parte y hasta el relevo, estaré desde el día 1 trabajando como asesor político promoviendo una Europa de las personas, desde la ecología política y la radicalidad democrática. Este resultado es el fruto desde abajo de muchos años de trabajo colectivo. Con la cabeza alta, podemos afirmar que hemos llevado el voto ecologista español a Europa.

Pasada la euforia de la noche electoral, es hora de hacer un análisis del nuevo panorama político que ha salido de estas elecciones tanto a nivel europeo como a nivel español.

Primero, en Europa el despertar es duro: asistimos al tremendo y terrorífico auge de la extrema derecha y del euroescepticismo. En Francia el Frente Nacional recoge casi el 25%, 24 escaños, mientras que en Reino Unido el UKIP se alza en primera posición con 29% de los votos. Los fantasmas de los años 1930 están aquí. Ante una crisis económica profunda, ante la desigualdad, el paro, la pobreza y la impotencia, el discurso del odio y del rechazo del otro es un refugio para millones de personas (al igual que la abstención que sigue siendo sumando a más de mitad de la población). Conocemos de sobra como puede terminar este repliegue. Esto no se combate con más neoliberalismo-productivista como lo propone la derecha encabezada por Juncker (de nuevo primera fuerza continental). El mejor antídoto es la solidaridad, es una Europa más fraternal, más social, más ecológica y más democrática.

A pesar de esto, como algo de luz en el camino, el Grupo Verde Europeo ha cosechado muy buenos resultados, será de nuevo —junto con la Alianza Libre Europea— el 4º grupo político en el Parlamento Europeo con 53-55 eurodiputados. En estos momentos, también se está negociando con independientes para que se unan como las feministas en Suecia, el partido Pirata en Alemania o los animalistas en Holanda.

En España, nos podemos alegrar porque hemos participado en la caída histórica del bipartidismo. Ya se notaba en las calles durante la campaña. El hartazgo hacia el PP y el PSOE y la desconfianza en los partidos tradicionales es descomunal. El 25 de mayo, la respuesta ha sido doble: un espectacular ascenso de fuerzas emergentes —al mismo tiempo que suben Izquierda Unida y UPyD— y una abstención todavía muy alta (a pesar del rebrote de participación debido a Cataluña y Podemos, no ha participado ni siquiera el 50%). El daño colateral: poco se ha hablado de Europa. La mayoría de los partidos, sean tradicionales o emergentes, han hecho una campaña en clave nacional. Fue un flaco favor al proyecto europeo y a la necesidad de más Europa ante los retos globales como el cambio climático o la economía de casino. Sin duda, una de mis tareas desde Europa será transmitir con aún más fuerza y contundencia nuestra visión de «europeístas insumisos«.

Por otra parte, lo que más ha llamado la atención ha sido el fenómeno Podemos y sus 5 escaños que nadie había pronosticado. Con un discurso político muy confuso sobre Europa pero utilizando de forma magistral su presencia en la televisión para denunciar al igual que Beppe Grillo «la casta», han sabido canalizar la indignación y mover masas hasta las urnas desde una gran transversalidad tanto ideológica como geográfica (hasta en Euskadi o Cataluña). Ahora tienen en su tejado la gestión de su éxito… lo cual no siempre es fácil como nos recuerda el fracaso del Nuevo Partido Anticapitalista (partido hermano de muchxs compañerxs de Podemos) tras el retiro del mediático cartero anticapitalista francés Olivier Besancenot. Y tienen en su tejado definir también su proyecto y sus ideas. Como lo he repetido varias veces en campaña, además del «Podemos», necesitamos saber el «qué queremos». Además de las formas (las primarias como método para regenerar los partidos donde coincidimos), necesitamos fondo y contenido. Para sumar y transformar la sociedad, necesitamos convertir la indignación en alternativa y compartir una visión común en positivo de la Europa, de la sociedad y del mundo qué queremos construir.

Lo cierto es que se abre un nuevo panorama político apasionante en España, aún más de cara a las elecciones locales, autonómicas y generales del año que viene. Tomemos nota de esta nueva configuración y analicemos también los resultados de EQUO a la luz de nuestros medios, expectativas y del contexto político y mediático. Y hagamos lo necesario para que EQUO, Los Verdes Europeos y la ecología política seamos motor y partícipe del cambio.

Artículos relacionados:


9 thoughts on “Primeras enseñanzas de las elecciones europeas – #25M”

  1. Pensaba escribir un comentario explicando los motivos por los que esta entrada del blog me encanta, pero para no eternizarme en el tiempo, sólo decir que lo suscribo al 100%, que estoy más que satisfecha con haber depositado la confianza en EQUO el domingo, y que espero que sigáis así, porque falta hace gente con perspectiva, con ideas claras y con ganas de un verdadero cambio en Europa.

  2. No debes dejar de pasar por alto el bajísimo porcentaje de votos conseguidos en muchas provincias españolas. En un alto porcentaje de ellas, Equo ha superado a Pacma por pocos votos, y en otras, nos han superado.
    De momento el voto verde en España sigue siendo escaso. Equo tiene que crecer mucho más si queremos ser relevantes

  3. Voté a EQUO por segunda vez, he de decir que me parece importante el eurodiputado conseguido (enhorabuena!) pero tampoco veo motivos para un optimismo excesivo. Comparto mucho de lo que se dice aquí Florent, sin embargo echo de menos algo de autocrítica, es decir, los resultados no justificarían la «euforia».
    En las pasadas elecciones generales EQUO estuvo a las puertas de conseguir un diputado, pero entró Compromís; ahora era el momento de obtener 2-3 eurodiputados (teniendo en cuenta la circunscripción única, etc.)
    Efectivamente creo que EQUO tiene más claro que otras formaciones lo que «queremos», pero no es menos necesario que hay que «poder»; en mi opinión la autocrítica debe ir precisamente por darle la vuelta a la frase que decías: además de tener claro lo que se quiere hay que poder. Quizás hubo fallos de campaña (yo detecté algunos bastante graves, pero puntuales, en los vídeos de la Red Joven lanzados la última semana), no estaría de más un reflexión profunda sobre el tipo de campaña.
    Ánimos con la nueva etapa en el Parlamento Europeo,
    saludos!

    1. Interesante el giro semántico entre «querer» y «poder», me ha gustado!
      Mi reflexión sobre nuestra campaña, la dejo por el momento para ámbitos internos y cuando se enfríe un poco la cosa y tengamos más datos y perspectiva.
      En este post, me interesa una visión más global, política, que a veces en análisis internos tendemos a olvidar.

  4. Buen análisis, Florent, y enhorabuena!

    Aunque contento, acabo muy preocupado por los resultados de Equo (no de Primavera), y toca hacer análisis profundo de todos nosotros dentro del partido. Definir bien la «marca Equo», mejorar la imagen, comunicación, «marketing». Menos «improvisación» y más imagen elaborada y expertos en la materia. Es frustrante ver cómo los medios ahora se fijan en Podemos y explican cómo funcionan, y la mayoría es algo que en Equo llevamos mucho tiempo haciendo. Así que no importa sólo el «qué», sino el cómo lo vendemos.
    Adelante, y a teñir Europa de verde!

  5. Soy votante, o mejor, he sido votante de Equo desde que nació. Fuí miembro de la dirección de Los Verdes de Andalucía hace muchos años, hasta su integración en IU-LV-CA, allá por 1993. Un año después dejé IU y Los Verdes y no he vuelto a miliar en ninguna organización, aunque tuve dudas con vosotros se me quitaron cuando supe quiénes iban en las listas de mi pueblo.
    El domingo te voté y ayer me fui a la Asamblea del círculo de Podemos de mi localidad donde Podemos ha sido la segunda fuerza. Creo que tu análisis revela que no entendéis qué representa Podemos. Se ve que tampoco has leído su programa: creo que no hay diferencias significativas entre ambos. Sí que hay confusión, porque ha concitado expectativas en todos los sectores de la sociedad y eso lo vi en la asamblea de ayer con gente de todo pelaje y creencias muy animada e ilusionada, incluyendo gente que confesó que el domingo no había votado. Pequeños comerciantes, jóvenes, gente mayor… de todo. Sorprendente.
    No me importan las marcas y menos cuando las marcas son un fin en sí mismo; es decir, una vía de profesionalización política. Me importan los objetivos. Si Podemos ha mostrado una potencialidad que nunca han tenido otros movimientos emancipatorios en este país deberíais reflexionar sobre cuál debe ser la posición de Equo en la posible gestación de un bloque de transformación que a mi edad nunca he visto en este país. Vuestra responsabilidad no es contar votos y gestionar el escaño europeo: vuestra responsabilidad está con las demandas, expectativas e ilusiones de este país, con la posibilidad de hacer que la ecología política se convierta en políticas efectivas, las lleve a cabo Equo, Podemos o Rita la cantaora. Podemos os obliga a ir un poquito más allá de la típica reflexión partidaria y con tu reflexión me haces pensar que Equo no es diferente de IU, por ser generoso. Podemos no es un fenómeno como el de Beppe Grillo, aunque sume a sectores parecidos, algo que Equo debería valorar. Frente Cívico les da la bienvenida. IU va a reflexionar mucho sobre qué hacer porque saben que en las próximas elecciones Podemos les pasa de largo. Lo sabe hasta el PP que ayer se lanzó a intentar convertirlos en un reducto radical ante sus votantes, porque también Podemos le ha arrancado votos al PP. En fin, volver a leer lo que pasa en este país desde el 15M y hacer un esfuerzo por entender qué ha pasado de verdad el 25M. Espero que gestiones mi voto con la altura de miras que demando. Un saludo

  6. Estoy totalmente de acuerdo contigo.¿Que es lo que queremos?
    Esa es la clave FLo.
    Y yo añadiria otra pregunta: ¿somos conscientes de lo que nos viene encima? y yo contestaria- no -.La sociedad sabe que la cosa esta mal pero todavia cree en el crecimiento.
    ¿Los de Podemos son consciente de lo que viene?

Responder a Tomás Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *