“Terminar con los paraísos fiscales es una prioridad política, económica y ética” Entrevista con Florent Marcellesi

Entrevista con Florent Marcellesi, candidato a las primarias de Equo para las elecciones europeas.

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Hoy desde EconomíaZero charlamos con Florent Marcellesi, candidato en las primarias de Equo para las elecciones europeas. Más concretamente, le preguntamos por su visión macroeconómica de la situación en Europa y sus propuestas y alternativas en clave europea.

Pregunta: La Unión Europea atraviesa desde 2008 una grave crisis económica que mina su credibilidad y su solvencia a largo plazo. Algunos economistas y políticos piensan que la salida del euro sería benéfica para dejar atrás la crisis económica y social en España. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Respuesta: Salir del euro sería un remedio peor que la enfermedad. Primero salir del euro hoy tendría un coste económico, jurídico, político y estructural totalmente inasumible. Por mucho que se hayan hecho las cosas muy mal en el momento de su entrada en vigor, hoy las economías europeas están aún más interrelacionadas e interdependientes que nunca. El problema nº1 no es el euro sino la falta de un gobierno económico y de una mayor solidaridad en la zona euro (por ejemplo con la crisis de las deudas soberanas). Además salir del euro para «ganar en competividad» (devaluando una nueva peseta por ejemplo) como dicen algunos economistas significaría sobre todo aún más pobreza ya que el efecto a corto plazo para las personas trabajadoras españolas sería rigurosamente el mismo que la actual política de austeridad, una bajada drástica de su poder adquisitivo.

Al mismo tiempo, es obvio que la situación actual es también insostenible. Euro sí pero éste no. Para que el euro tenga un futuro, es imprescindible una reforma en profundidad en torno a estos pilares básicos:

  • Construcción de un verdadero gobierno económico, empezando por la eurozona.
  • Completar la unión económica, bancaria y fiscal.
  • Poner en marcha una hacienda europea.
  • Tener un Banco Europeo Central, controlado por el Parlamento Europeo, que no solo se centre en la inflación sino también en el empleo verde y digno, y además actúe en el mercado de deuda primaria y como último prestamista.
  • Auditoría de la deuda, reestructuración de las deudas (incluido condonación de parte de ellas) y mutualización a nivel europeo.
  • A corto plazo, medidas de emergencia para luchar contra la pobreza social y energética y a medio plazo una prestación de desempleo y una seguridad social de ámbito europeo.

Hoy los paraísos fiscales son uno de los cánceres de nuestra economía globalizada. ¿Qué medidas cree habría que adoptar desde la Unión Europea para eliminarlos? Además ¿ve posible establecer una armonización de las políticas fiscales europeas?

Terminar contra los paraísos fiscales es una prioridad política, económica y ética. Nos cuesta 1 billón de euros al año a la Unión Europea, es decir ¡2.000 euros al año a cada ciudadano/a europeo/a! Desde luego, la Unión Europea tiene que poner fin a los paraísos fiscales existentes dentro de sus fronteras, imponiendo directrices de transparencia como el fin del secreto bancario y mecanismos de intercambio de información automático entre administraciones fiscales europeas, o elaborando una lista de paraísos fiscales para prohibir que nuestras entidades financieras actúen allí.

En cuanto a las políticas fiscales, desde luego la situación de dumping fiscal (diferencias de fiscalidad entre territorios de la UE, por ejemplo en impuestos de sociedades, para atraer empresas y mejorar la «competitividad») es hoy un atentado a la justicia social y a la solidaridad, y que lleva a la competencia desleal y a ultranza dentro de la UE en detrimento de los trabajadores y pequeñas empresas. En este sentido, la Unión Europea debe luchar contra cualquier tipo de dumping ya sea fiscal, laboral, medioambiental, etc. Para ello, necesitamos una armonización fiscal europea y aplicar un impuesto mínimo y común sobre sociedades a todos los países miembros. Por último, todas las personas trabajadoras tienen que tener los mismos derechos laborales en todo el territorio europeo.

Hablando de derechos laborales, ¿cómo ve la unificación de los salarios mínimos en el ámbito de la UE?

Estoy a favor de un Salario Mínimo más elevado y creo que cierto grado de homogeneización europea es deseable a largo plazo, eso sí de la mano de la redistribución de las riquezas dentro de Europa. Al mismo tiempo, está claro que ni el coste de vida ni las economías son equiparables en todos los Estados de la UE… ni tampoco dentro de un mismo Estado, pero eso sería otro debate.

Por tanto a corto y medio plazo es más factible una hoja de ruta que facilite la implantación o el refuerzo de un salario mínimo (al igual que un salario máximo!) a nivel de todos los Estados-Miembro y que se adapte a los poderes adquisitivos de cada país. Por ejemplo, me parece bien que se fije en cada país europeo un salario mínimo equivalente al 60% del salario medio de este país.

Más allá del salario mínimo, ¿está a favor de pedir en el parlamento europeo que se apruebe la implantación de una renta básica para toda la ciudadanía europea?

Estoy a favor de una Renta Básica de Ciudadanía. La teorizo y promuevo desde hace tiempo en base a la ecología política. Desde la Unión Europea, hoy por hoy no hay competencias suficientes para implantar una Renta Básica en todo el territorio europeo. Pero sí ha habido por ejemplo una excelente y muy interesante Iniciativa Ciudadana Europea para que la Unión Europea explore a largo plazo su implantación a nivel europeo, ponga en marcha a corto plazo pruebas piloto (según artículo 156 del Tratado de la UE) y el examen de diferentes modelos de Renta Básica (resolución del Parlamento Europeo 2010/2039). A pesar de no prosperar, ha permitido crear un movimiento transnacional sugerente a favor de esta reivindicación. Desde luego, si fuese elegido eurodiputado y en este contexto, trabajaría desde el Parlamento Europeo para promocionar más iniciativas a favor de una Renta Básica europea.

En su último libro “Adiós al crecimiento”, llama a construir un mundo solidario y sostenible sin crecimiento. ¿Cree que una “sociedad sin crecimiento” debe dejar atrás el crédito como instrumento económico?

El crédito no es negativo (ni positivo) per se. Lo negativo es una economía que se basa en el crecimiento infinito y a su vez necesita siempre más crédito al consumo (principalmente de bienes materiales) y más deudas (económica, social y ecológica). Sin duda, estos tipos de créditos, en gran parte tóxicos para la justicia social y ambiental, requieren ser o bien limitados, o bien reducidos de forma drástica. Al revés, existen otros tipos de crédito buenos para la economía real y respetuosos con el medio ambiente.

Por ejemplo, las cooperativas de crédito (como Coop57), la banca ética (como Fiare, además inmersa en un proyecto de ámbito europeo con la Banca Popolare Ética italiana) los créditos comunitarios o grupos de ahorro, el crédito P2P, el microcrédito (apoyo moderado y crítico), las monedas locales, etc. son formas de prestar dinero a proyectos comunitarios, empresariales o asociativos de corte cultural, ambiental o social indispensables para el cambio solidario y sostenible.

A nivel europeo y macroeconómico, necesitamos también la creación de una línea de “crédito verde” a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que subvencione la transición ecológica de la economía. Gracia a esta transición son millones de empleos verdes que se podrían crear en toda Europa en la rehabilitación de edificios, energías renovables, economía de cuidados y agricultura ecológica. ¡Empleo y ecología van de la mano!


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